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Anu-Yahvé, el verdadero diablo, el dios impostor (página 2)




Enviado por Marcos Neumann Ruiz



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El Cripto-Saturnismo del Judaísmo

Ya hemos establecido que el dios hebreo Yahvé era El, la deidad semítica pre-israelita asociada a Saturno; el pueblo judío siempre ha santificado el día de Shabbathai (Saturno) y en la religión hebrea primitiva las prácticas satúrnicas como el sacrificio humano y el holocausto de los varones primogénitos eran costumbres comunes en el culto jehovítico. Queda claro que la deidad auténtica de la religión judía siempre ha sido Saturno. De hecho, el nombre de la patria hebrea Israel puede significar 'El (Saturno) lucha' o 'El (Saturno) rige'. Sin embargo, desde la época de los profetas pos-exílicos, la élite del sacerdocio siempre ha querido ocultar el aspecto satúrnico del Judaísmo y presentar a Yahvé como un dios único completamente separado de su historia satúrnica.

El Judaísmo de los profetas pos-exílicos es una fachada diseñada por la élite de la judería con el fin de ocultar el Saturnismo de la religión hebrea. En dicha época los Hebreos estaban exiliados en el extranjero y lo más probable es que el sacerdocio judío quisiera que su culto aparentara más respetable delante de los ojos de los pueblos foráneos. Tengamos en cuenta que el objetivo principal del Judaísmo siempre ha sido el Sionismo y desde luego los Judíos empezarían a infiltrarse en las naciones gentiles a partir del exilio babilónico. Así que era necesario que ellos escondieran las intenciones verdaderas de su secta oscura, cortara sus vínculos con su pasado vergonzoso y comenzara a operar de modo subrepticio.

El Libro de Amós es un bueno ejemplo de la construcción de una fachada religiosa para ocultar las prácticas satúrnicas del culto hebreo. En Amós 5:26 vemos que el profeta amonesta a la casa de Israel y reprende a los Judíos por llevar las imágenes dedicadas a Moloc y Quiún.

'Antes bien, llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis.'

Este versículo es muy importante. Aquí podemos ver que los Hebreos adoraban un dios conocido como Quiún y representado por una estrella. ¿Quién era Quiún? El teónimo Quiún era una forma hebraizada del vocablo paleo-babilonio Kewan/Kayawanu, un nombre mesopotámico para el planeta Saturno. En la Septuaginta griega Quiún fue traducido como Renfán, otro nombre para Saturno. La Estrella de Quiún está vinculada a la llamada Estrella de David o el

Sello de Salomón, el símbolo satúrnico del culto judío. En fin, este pasaje de Amós confirma que los Hebreos eran adoradores de Saturno.

Sin embargo, aquí los élites del sacerdocio hebreo fueron bien astutos. A pesar de que el culto satúrnico hubiera sido una práctica propia de los Hebreos desde el principio bajo el Culto de El, los redactores sacerdotales de Amós pretendieron presentar a Saturno como un dios extranjero engañosamente, utilizando su nombre babilónico a propósito pese a que ya existieran los términos satúrnicos El y Shabbathai en su propio idioma. En otras palabras, los sacerdotes judíos buscaron hacer que su propio dios ignominioso pasara como un dios de los Babilonios, presentar su culto entre los Hebreos como una herejía extranjera adoptada por el pueblo judío en el exilio y desasociar a Yahvé de su pasado elita/satúrnico presentándolo como un dios único y distinto.

Las tres religiones abrahámicas son cultos cripto-satúrnicos. El Judaísmo actual aún mantiene la estrella satúrnica que se remonta al culto de El/Anu como su símbolo principal y los Judíos practicantes siguen utilizando el Tefilín, el cubo negro de El/Saturno, en su culto religioso. Además, en la religión judía aún se practica la matanza ritual del ganado al estilo satúrnico. El Islam, otra secta derivada del Judaísmo, tiene como su logotipo principal la luna menguante y la estrella, dos símbolos asociados a Saturno-Kronos en el mundo antiguo. Además, su estructura más sagrada, el Kaaba en el centro de la Meca, es el mismo cubo negro satúrnico que el Tefilín judío. El Cristianismo también está lleno de simbolismo satúrnico. De hecho, la práctica de la Santa Cena en las iglesias cristianas es nada más que el simulacro del sacrificio

del primogénito del antiguo Culto de Saturno. El supuesto hijo de El-Yahvé es inmolado en la cruz como una ofrenda por los pecados de los creyentes cuyo papel es comer el cuerpo y beber la sangre de su Cristo sacrificado. Es el canibalismo ritual simulado. Recordemos que en la mitología grecorromana Saturno-Kronos era una deidad depravada que devoraba a sus propios hijos. Luego, la cruz cristiana también puede interpretarse como un símbolo de la esclavitud satúrnico puesto que era uno de los símbolos de Saturno-Kronos en la antigüedad y ha servido para subyugar a la humanidad gentil, la descripción del Nuevo Jerusalén en el Libro de Apocalipsis se asemeja bastante al cubo de Saturno y algunos de los sermones alegóricos de Jesús en los Evangelios contienen simbolismo satúrnico como la idea de Yahvé como un segador que cosecha el campo separando el trigo de la cizaña. Recordemos que Saturno-Kronos era considerado una deidad de la agricultura y un segador de la cosecha. En fin, las tres religiones monoteístas dedicadas a Yahvé, a saber el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, son de hecho cultos cripto-satúrnicos cuyo dios oculto es El/Saturno/Kronos/Anu y por lo tanto son tres herramientas muy poderosas del Sionismo judío.

Yahvé-El-Saturno: El Misterioso Dios Demoníaco de los Illuminati

Mucha gente se desmayaría si supiera quién es el verdadero dios de los Illuminati. ¿Quiénes son los Illuminati? Illuminati es una palabra latina que significa 'los Iluminados' y actualmente sirve como un término genérico para referirse a la red de sociedades secretas y hermandades ocultas entrelazadas que ejerce su poder sobre las naciones del mundo de modo subrepticio. Los Illuminati son la élite de la política, la economía y la religión mundiales y el objetivo de su organización clandestina es el monopolio total sobre todas las estructuras del poder de todos los países y el dominio completo sobre el sistema financiero. Se cree que los Illuminati buscan instaurar un solo gobierno mundial, lo que se denomina el 'Nuevo Orden Mundial'.

¿Cuál es la identidad verdadera de los Iluministas del Nuevo Orden Mundial? Algunas personas piensan que los Illuminati son adoradores de Satanás. Otras piensan que son una camarilla oscura de reptilianos metamórficos. Sin embargo, nosotros debemos alejarnos de toda esa desinformación y ver quiénes son realmente. En la actualidad el pináculo de la sociedad es dominado por la élite de la judería internacional. Curiosamente aquel pueblo pequeño y misterioso de apenas 15 millones de miembros (menos de 0.2% de la población mundial) ha sido la fuerza fundadora de las tres religiones más dominantes en el mundo occidental, ha estado detrás de casi todos los movimientos revolucionarios y radicales de la época moderna, controla la mayoría de la riqueza del planeta y ejerce un tremendo nivel de poder en la palestra política. El Cristianismo, la religión más extendida de la tierra, fue fundado por un grupo de Judíos sionistas vinculado al Gran Sanedrín de Jerusalén (Pablo de Tarso y su maestro Gamaliel). Del mismo modo, el Islam, la segunda gran religión mundial, nació de la misma corriente abrahámica judía. En tiempos modernos el mismo pueblo errante ha estado detrás de la infiltración de la Francmasonería, las revoluciones francesa y rusa, los movimientos comunistas, el fascismo y el Iluminismo. Actualmente el mundo financiero sigue dominado por banqueros judíos corruptos y el país más poderoso del mundo, los Estados Unidos, está comprometido misteriosamente a la causa del estado judío belicista de Israel. En fin, el Nuevo Orden Mundial de los Illuminati es nada más que el Sionismo conspiratorio.

¡La identidad verdadera del Nuevo Orden Mundial es el Judaísmo y su culto satúrnico!

Los élites del orden de los Illuminati son Judíos sionistas cuyo dios es nadie más que el mismo Yahvé/El/Kronos/Saturno (Anu) del Antiguo Testamento. Ellos son los herederos del pacto de su dios y el Nuevo Orden Mundial por lo cual ellos señorearán sobre el mundo entero es el cumplimiento de las promesas bíblicas de Yahvé. Tengamos en cuenta que en realidad la Biblia hebrea es nada más que un cianotipo para el Sionismo judío. Las supuestas Sagradas Escrituras son de hecho un anteproyecto para la dominación mundial judía y una herramienta para alcanzar ese fin siniestro. En fin, los Illuminati no son secuaces del diablo cristiano Satanás o seguidores de una filosofía luciferina oculta como mucha gente quiere hacernos creer; todo ese simbolismo satánico es nada más que una cortina de humo para la ocultación de su verdadera identidad. Los Illuminati son los iniciados de un ignominioso culto satúrnico heredado de la religión original de la Biblia hebrea. Eso quiere decir que el personaje demoníaco al que adoran los Illuminati es una faceta más del mismo dios adorado en las iglesias cristianas, las sinagogas judías y las mezquitas islámicas.

Es evidente que el orden de los Illuminati está estrechamente vinculado al Culto de Saturno. Muchas de las organizaciones de la élite actual están repletas de simbolismo satúrnico como señal de su alianza con su dios oscuro.

La Francmasonería, un gran baluarte del Iluminismo de la élite, es un grupo ocultista basado en la Kabalá judía y cuyo dios anónimo el Gran Arquitecto del Universo es el mismo El- Saturno. Sus símbolos principales incluyen el compás y la escuadra masónicos, la pirámide iluminada, el ojo que todo lo ve acompañado por los rayos solares y el Sello de Salomón entre otros. El secreto de todos éstos es que están ligados al Culto de Saturno. Por ejemplo, con el logotipo del compás y de la escuadra no sólo se puede formar el llamado Sello de Salomón, la estrella judeosatúrnica, sino que también el símbolo se asemeja al sigilo mágico de Saturno. Del mismo modo, la bien conocida pirámide iluminada forma la mitad del mismo Sello de Salomón y cuando se le da la vuelta se ve claramente el símbolo místico del Judaísmo. El ojo que todo lo ve con sus rayos solares brillantes en realidad representa un eclipso solar del planeta Saturno y ha estado asociado a Yahvé desde el medievo, y el Sello de Salomón usado abiertamente en el simbolismo masónico ha sido una imagen propia de El-Saturno desde el tiempo de los Fenicios.

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De la misma manera, muchas de las religiones mundiales y las nuevas sectas son esencialmente templos dedicados al Culto de Saturno. Los grupos cristianos tanto católicos como protestantes exhiben un simbolismo que da testimonio de su alianza con el oscuro dios de este mundo. Para empezar, el Sello de Salomón está presente en la arquitectura de muchas capillas y catedrales católicas y en algunas iglesias encontramos el ojo que todo lo ve exhibido descaradamente. Si hablamos de las nuevas sectas cristianas, no es ninguna novedad que los templos de la iglesia mormona están adornados con imágenes del ojo que todo lo ve, el eclipso solar de Saturno, y varios tipos de estrellas ocultas y pentagramas, y la sociedad bíblica de los Testigos de Jehová es famosa por su vergonzosa historia de simbolismo masónico. La Iglesia Adventista del Séptimo Día en particular es una organización interesante, pues no sólo es una secta sabática que rinde culto a su dios en el sábado o el día de Saturno, sino que también se caracteriza por una riqueza de simbolismo esotérico satúrnico. En su logotipo principal se vislumbra la forma de la pirámide, la tierra ocular en el centro y tres anillos que rodean la esfera de la tierra. Este símbolo se asemeja al ojo que todo lo ve. Sin embargo, su simbolismo oculto va mucho más allá de la simple pirámide iluminista. Si volteamos el logotipo y ponemos un pequeño espejo en el centro nos damos cuenta de que el antiguo signo astrológico de Saturno- Kronos se esconde en su diseño. Los Jesuitas, en cambio, exhiben el mismo símbolo astrológico de manera flagrante en algunos de sus logotipos.

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Encontramos lo mismo en el simbolismo de los mundos de los negocios y de la política. Es bien sabido que el ojo que todo lo ve y la estrella satúrnica del Judaísmo se encuentran en algunos billetes del dólar estadounidense y los mismos símbolos aparecen en los emblemas de muchas organizaciones gubernamentales. Además, la imagen del planeta Saturno está muy presente en los logotipos de las grandes empresas de la élite global. Por ejemplo, los anillos de Saturno aparecen en los logotipos de Pepsi, Toyota, Boeing, Nike, Samsung, la NASA, Intel, Singtel, Nortel, Alcatel, AOL, Nokia, CBS y muchos más.Todas estas empresas iluministas están aliadas con el oscuro dios de este mundo: El-Saturno/Yahvé/Anu.

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Curiosamente en la última década la sonda Cassini descubrió una extrañísima vórtice hexagonal en el polo norte de Saturno, el planeta de El/Yahvé/Anu. Como podemos ver arriba, la vórtice no sólo forma la estrella satúrnica del Judaísmo sino también el cubo negro satúrnico. El dios de los Illuminati, El-Saturno/Yahvé/Anu, el malvado dios de este mundo, ha atrapado nuestra tierra en su red de energía (magia negra kabalística) a través de la vórtice energética de su planeta maligno. El-Yahvé es el dios del Nuevo Orden Mundial.

Reflexiones

Acabamos de ver que el dios de la religión bíblica no es y nunca ha sido un gran padre amoroso como la élite de las religiones ha querido hacernos creer, sino más bien él ha sido una entidad sumamente sádica e inmoral desde el principio. El propio libro sagrado del Judaísmo, la Biblia hebrea, presenta a Yahvé como un monstruo depravado sediento de sangre y un tirano extremadamente cruel y belicoso.

Por lo tanto, el mito de la supuesta benevolencia del dios judeocristiano es nada más que una mentira descarada de los curas, pastores y apologistas cristianos poco honestos y como muchas de las doctrinas eclesiásticas no tiene ningún fundamento en las escrituras bíblicas. De hecho, la misma Biblia dice que el dios hebreo no sólo le ordenaba a su pueblo que le ofreciera sacrificios animales diarios y cometiera actos de genocidio despiadados contra los pueblos no-judíos, sino que también les exigía a los Judíos que inmolaran a sus propios hijos en holocausto y asesinaran a los infantes extranjeros al filo de la espada y luego admitió que él mismo les había dado a los Hebreos estatutos malos a propósito para que sacrificaran a sus propios hijos en el culto jehovítico como un castigo por sus pecados.

El dios de Israel no es un dios de amor; ¡él es una auténtica entidad demoníaca! Eso se comprueba en los mismos textos de la Biblia. Por lo tanto, la enseñanza de que Yahvé es un dios benévolo queda refutada rotundamente y resulta ser nada más que una fantasía ilusa y una mentira piadosa de los ciegos, contumaces y engañosos fanáticos de la religión.

La identidad verdadera de Yahvé también resulta ser una gran sorpresa muy espeluznante. Nuestros estudios demuestran que el dios hebreo Yahvé, cuyo teónimo bíblico es de hecho una abreviatura del epíteto Yahvé Sebaot o 'él que crea los ejércitos', es idéntico a la antigua deidad cananea pre-israelita El, un dios sanguinario y belicoso cuyo culto exigía el holocausto de los varones primogénitos y cuyos epítetos comunes incluían El du yahwi ?aba"ôt (El que crea los ejércitos) y Padre de los Años igual que el Yahvé bíblico. Lo más escalofriante es que en la antigüedad el mismo El semítico era idéntico a la infame e ignominiosa deidad infanticida Kronos cuyo nombre occidental es Saturno. De hecho, los Judíos siempre han sido adoradores de El-Saturno desde el inicio de su historia y ellos siempre han santificado el día de Shabbathai (Saturno) como parte de su culto. En fin, el Saturnismo siempre ha constituido el meollo esencial de la religión judía.

¿De dónde vino El-Saturno? La conclusión de nuestras investigaciones nos dice que la deidad semítica primigenia El era idéntica al dios del cielo y rey del panteón en la religión sumero- acadia, el malévolo monarca divino Anu, el padre y enemigo encarnado de nuestro benévolo creador Enki. Anu, una deidad misántropa conocida también como el Señor de las Huestes Celestiales, es el mismo El-Saturno y por ende es idéntico al Yahvé bíblico. En la época de los profetas, la élite religiosa judía intentó ocultar la naturaleza satúrnica de su culto; sin embargo, seguiría practicando la misma religión de Saturno a nivel clandestino.

La verdad es que el Judaísmo original siempre ha sido un anteproyecto para el Sionismo o la dominación mundial judía. Los Sionistas del Culto de Saturno son los verdaderos herederos del pacto de su dios El-Yahvé. Ellos son los hijos de la promesa del dios bíblico. Lo que les fue prometido fue el dominio judío sobre todas las naciones. La promesa fue el cumplimiento del Sionismo. Es totalmente ridículo que los Cristianos gentiles cuyas iglesias apoyan la Teología del Reemplazo se crean los herederos del pacto de Yahvé. Sería absurdo creer que Yahvé anuló su pacto original y abandonó a su pueblo judío. Yahvé nunca abandonó a su Pueblo Elegido a favor de los Cristianos; los Cristianos gentiles están bien engañados. ¡El Cristianismo es nada más que un Caballo de Troya judío y una herramienta para la dominación judía! ¡Es una estrategia de infiltración sigilosa por parte de los Judíos sionistas!

Los Cristianos gentiles no son el nuevo pueblo elegido de Yahvé; sólo han caído presos de su juego cruel. Al convertirse al Cristianismo del proto-sionista Pablo de Tarso y sus maestros judíos del Gran Sanedrín de Jerusalén, los gentiles se han sometido a la manipulación de los élites sionistas. Los Cristianos han firmado sus documentos de alistamiento y los marionetistas judíos ya tienen a sus 'soldados cristianos'.En fin, los Cristianos y los Musulmanes han caído en las garras del auténtico adversario de la humanidad, el malévolo El/Yahvé/Saturno/Anu, el malvado dios de este mundo y dueño de los Illuminati y su nefando Nuevo Orden Mundial.

Referencias

iTuraiev, B.A. (1911) El Oriente Clásico.

iiOlyan, S. (1988) Asherah and the Cult of Yahweh in Israel. Atlanta (p. 12, pp. 62-68)

iiiSmith, M.S. (2002) The Early History of God: Yahweh and the Other Deities in Ancient Israel.

Michigan (pp. 172-178)

ivDay, J. (2002) Yahweh and the Gods and Goddesses of Canaan. New York (pp. 13-41, 232)

vSmith, M.S. (2003) The Origins of Biblical Monotheism: Israel's Polytheistic Background and

the Ugaritic Texts. New York (pp. 140-141)

viMiller, P.D. (2000) The Religion of Ancient Israel. Westminster (p. 2)

viiOlyan, S. (1988) Asherah and the Cult of Yahweh in Israel. Atlanta (p. 12, pp. 62-68)

viii Smith, M.S. (2009) The Ugaritic Baal Cycle. Leiden (pp. 46; 289)

ixSmith, M.S. (2002) The Early History of God: Yahweh and the Other Deities in Ancient Israel.

Michigan (pp. 172-178)

xDay, J. (2002) Yahweh and the Gods and Goddesses of Canaan. New York (p. 18)

xiKramer, S.N. (1998) Sumerian Mythology: Study of Spiritual and Literary Achievement in the

Third Millennium B.C. Pennsylvania (pp. 28-29)

xiiKramer, S.N. & Maier, J. (1989) Myths of Enki, the Crafty God. New York & Oxford. (p. 116)

xiiiVan Der Toorn, K. (1996) Family Religion in Babylonia, Ugarit and Israel: Continuity and

Changes in the Form of Religious Life. Leiden (p. 159)

xivBlázquez. J.M. (2001) Dioses, mitos y rituales de los semitas occidentales en la antigüedad. (pp. 29-30)

xvStark, T. (2011) The Human Faces of God: What Scripture Reveals When It Gets God Wrong

(And Why Inerrancy Tries To Hide It). Oregan (pp. 70-71; 74-76)

xvi Smith, M.S. (2001) The Origins of Biblical Monotheism: Israel's Polytheistic Background and the Ugaritic Texts. New York (pp. 156-157, 64)

xvii Smith, M.S. (2002) The Early History of God: Yahweh and the Other Deities in Ancient

Israel. Michigan (pp. 172-178; 78)

xviiiEvans, J. (1998) The History and Practice of Ancient Astronomy. New York (pp. 8.9)

xixGuiley, R.E. (2009) The Encyclopedia of Demons and Demonology. New York (p. 139)

Nota: Existe un gran paralelismo entre el éxodo judío y el éxodo Azteca, HUITZILOPOCHTLI.

en la mitología y la religión azteca, dios de la guerra y del Sol.

Condujo a los aztecas durante su larga migración desde Aztlán, su mítica tierra

natal, hacia el valle de México. Su nombre, del azteca huitzilin, que significa colibrí. Esto simboliza la creencia del pueblo azteca en la cual los guerreros muertos renacerían como colibríes.

Como dios sol, Huitzilopochtli renacía cada mañana del vientre de Coatlicue. También se creía que requería sangre y corazones humanos para alimentarse.

Las víctimas de los sacrificios que se le ofrecían incluían prisioneros de guerra y guerreros que hubieran muerto en batalla; después de su muerte y sacrificio, esos guerreros formaban parte del brillo del Sol hasta que, después de cuatro años, se encarnaban permanentemente en cuerpos de colibríes.

Huitzilopochtli era el dios más poderoso, más temido y odiado por los enemigos de los aztecas.

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Autor:

MarcosNeumann Ruiz

Enki , Ptah , Satya

Dios Extraterrestre, Anunnaki, Padre /Creador de la humanidad.

PSIONUS

05/2015

Partes: 1, 2
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